El sábado 6 de Septiembre hemos vivido la octava edición de Podtalks en Palau-solità i Plegamans. Y todavía sigo con el subidón. Ha sido una jornada que se ha alejado de cualquier evento convencional para convertirse en un auténtico no-evento: espontáneo, caótico, humano y 100% podcastero.
Un evento sin guion… y con toda la magia
Desde el principio dejé claro que Podtalks 2025 no iba a seguir las reglas de siempre. No hubo parrilla, ni ponentes al uso, ni un escenario donde unos hablan y otros escuchan. Lo que hubo fue participación, cercanía y conversación en estado puro.
La primera regla fue contundente: este año, el evento no se graba en video. Quien ha venido, lo ha vivido. Y quien no, podrá escuchar gran parte en formato podcast. En audio.
Speed Dating para podcasters
La jornada ha arrancado con un experimento: un “speed dating” entre creadores. En pocos minutos, todos tuvieron ocasión de conocerse, presentar su proyecto y generar conexiones reales. Bastaron unos pitidos de pollo para que la magia empezara a fluir.
Ese fue el momento en el que he pensado: ya está, esto funciona. La gente estaba hablando, compartiendo y disfrutando sin necesidad de un guion rígido.
El escenario como símbolo
Otra regla fundamental: nadie subía al escenario. El teatro lo exigía físicamente, pero lo importante era que todos se sintieran al mismo nivel. Los podcasters se sentaban en los escalones y hablaban desde los asientos. Ese gesto ha marcado la diferencia. La cercanía volvió a ser la norma.
Temas que importan
Durante ocho horas de conversación han salido temas de todo tipo:
- monetización
- gestión de la ansiedad y motivación
- inteligencia artificial
- cómo compaginar vida personal y podcast
- dudas reales de podcasters que ya llevan tiempo en esto
No han sido master class, sino debates vivos, con participación de todos. Y eso lo ha convertido en algo especial.
Más allá de los micros
Por supuesto, también ha habido momentos para el café Bracafé (con la lección aprendida de que el año que viene hará falta desde primera hora), las pizzas locales que arrasaron, y hasta kombucha Komvida que voló.
Además, pude vender copias del libro FAQ Podcast, que ha tenido una acogida increíble. También ha habido tiempo de homenajear a Mumbler y a Pol Rodriguez, con una fuerte ovación.
Un cierre perfecto
El broche final ha sido una última pregunta de la urna: “¿Qué le recomendarías a alguien que quiere empezar un podcast?”
Cada asistente ha dado una frase, una palabra, una recomendación. El resultado ha sido un cierre emocionante, lleno de amor por la radio, por el audio y por la comunidad.
Lo que viene
Podtalks se ha convertido en algo más que un evento. Es una experiencia colectiva que demuestra que el podcasting sigue vivo gracias a quienes lo crean y lo escuchan.
La próxima cita ya está marcada: primer sábado de septiembre de 2026. Y sí, da un poco de miedo pensar cómo superar lo vivido en esta octava edición. Pero ese es el reto, y ahí estaremos.